Noticias

Quinta Normal, 03 de mayo 2017.

Estimada Comunidad Mistraliana

Junto con saludar en esta oportunidad nos dirigimos a ustedes para hacerles llegar nuestra preocupación y ofrecer algunas orientaciones respecto a diversos contenidos que circulan en los medios sociales e internet, y que son ampliamente difundidos y visitados por nuestros jóvenes y adolescentes. Nos referimos al juego o desafío de “La Ballena Azul” (Blue Whale) o de la nueva serie de Netflix, “13 razones por qué” (13 Reasons Why), que en las últimas semanas han tenido gran difusión.

En cuanto a La Ballena Azul, es un juego al cual se invita a jóvenes y adolescentes a superar 50 pruebas, una por día, las cuales van incrementando sus grados de exposición social y peligrosidad. Muchas de estas pruebas están asociadas a despertarse de madrugada a mirar videos de terror, cortarse el brazo o exponerse a situaciones en las cuales se pone en riesgo la vida de los participantes, todo ello mediante interacción con otros/as por medio de las redes sociales.

En el caso de la serie de Netflix, la historia aborda a una adolescente que cuenta los motivos que la llevaron a suicidarse, dejando unas cintas de cassettes a sus compañeros de clases, involucrándolos, directa o indirectamente. Esta historia, catalogada como una serie para adultos con temática adolescente (restricción 16 años), se adentra con crudeza en temas complejos, tales como el suicidio, el abuso sexual, el acoso escolar, entre otros, donde a veces se dan respuestas muy simples y con un tratamiento poco acertado, sin una mirada profesional para enfrentar lo que significa una enfermedad mental o un desequilibrio que pueda llevar hasta el suicidio de una persona. Preocupa que el suicidio sea presentado de una manera inevitable, entregando una visión romántica de éste, pudiendo llegar así a producirse una identificación con la protagonista.

En esta serie se presentan, además, situaciones familiares donde existe un grave problema de comunicación (padres sobreprotectores, padres ausentes, hogares desestructurados, disfuncionales, etc.) y adultos que no se enteran de nada de lo que está ocurriendo con los jóvenes, animando a que éstos no  se involucren, ni abran estos temas con los adultos.

Ciertamente, no podemos impedir el acceso de sus hijos y nuestros estudiantes a los medios de comunicación y a las redes sociales. Por ello, sugerimos involucrarse en lo que sus hijos están viendo y animarlos a buscar espacios de acercamiento, reflexión, diálogo con sus hijos en torno a estos temas tan importantes, como son: falta de comunicación parental, soledad, abuso, aislamiento, drogas, alcohol, bullying y suicidio contrarrestándolo con los valores familiares, con la identificación de redes de apoyo y alternativas de enfrentamiento en situaciones de crisis.

Queremos aprovechar esta ocasión como una oportunidad formativa para comentarles sobre la importancia de fomentar el uso positivo de las tecnologías.

Las nuevas tecnologías y redes sociales están transformando las vidas de nuestros hijos, pudiendo tener efectos muy positivos cuando se emplean adecuadamente. Sin embargo, hay peligros que deben prevenirse desde el seno familiar, tales como: acceso a contenidos inapropiados, grooming (extorsión a menores creando perfiles falsos), exposición de la intimidad, cyberbullying, viralización de contenidos poco adecuados, sobrexposición en los medios, etc.

Por ello, es muy importante que tengamos en cuenta lo siguiente:

  • Se recomienda el siguiente tiempo de uso de las tecnologías:
    • Hasta 2 años: no recomendable.
    • Entre 2 y 7 años: hasta 1 hora.
    • Entre 7 y 12 años: 1 hora.
    • Entre 12 y 15 años: 1 hora y media.
    • 16 años y más: 2 horas.
  • Las cuentas en redes sociales se pueden crear a partir de los 13 ó 14 años de edad.
  • Se debe cuidar el tema del “anonimato” que muchas veces se genera en las redes sociales. A través de ello, se expresan comentarios que dañan fácilmente a las otras personas.
  • Sitios como Facebook tienen manuales de ayuda con consejos apropiados para padres.
  • El uso de tecnología puede generar dependencias, por lo que es importante controlar los tiempos y modos de uso: horarios hasta los que se puede utilizar el celular, para qué se utiliza, redes sociales de las que el niño o adolescente es parte, etc.

Las tecnologías son hoy en día una potente fuente de socialización para nuestros hijos, por lo que es difícil que impidamos su uso. Sin embargo, sí podemos y debemos establecer normas y un control de su uso. También es importante que éste sea un tema a conversar con frecuencia en familia, en el que como padres modelemos un adecuado uso de las mismas.

Deseando que esto sea una oportunidad para el diálogo íntimo y fecundo al interior de sus familias.

 

Afectuosamente,

Dirección

Colegio  Gabriela Mistral